Tartaleta de Tiramisú. Flor de crisantemo.
¿Es un tiramisú? pues no. Pero tiene todos los ingredientes obligados del tiramisú que es la palabra clave que puse para el reto de #Dale1vueltaa.
Un grupo de blogueras de Gran Canaria, decidimos retarnos entre nosotras, poniendo una sola palabra como inspiración y algunos ingredientes concretos, para a partir de ahí hay hacer una receta tan diferente como se pueda del original, en eso consiste, en darle la vuelta y crear algo novedoso, tanto como puedas. Y en pasar un buen rato, porque el tiempo que nos damos para hacerlo es un sin parar de mensajes comentarios que nos hace pasar por divertidos momentos.
En esta ocasión yo soy la anfitriona y los ingredientes que completan el reto con la palabra TIRAMISÚ son; bizcochitos, mascarpone y café. Pero el 15 de cada mes será un nuevo reto.
Aceptaron y participan por riguroso orden para los próximos retos;
Irmina del zurrón de los postres con unos polos muy diferentes.
Esther desde Repostería con emoción y un clásico tiramisú.
Tere de La cocina de Tesa, con un cremoso helado.
Cristina de Edana cuenta, con unas originales trufas.
Debora de Mi toque en la cocina, y una deliciosa y suculenta copa.
Ivan Panes con garra nada menos que unos gofres con helado.
¡Les invito a que visiten sus blog, no tienen desperdicio, muchas de ellas cocinan y publican recetas saladas también!
Así que después de darle mil vueltas...aquí tenemos unas tartaletas hechas con los bizcochos clásicos del tiramisú, esos que unos llaman savoiardi o soletilla, molidos y mezclados con mantequilla para luego hornearlos y convertirlos en crujientes tartaletas. Dentro una crema hecha con mascarpone y nata montada y café instantáneo, para terminar espolvoreando una fina capa de chocolate en polvo.
Y el toque personal de esta página, decorado con unos pétalos de crisantemo que aunque en nuestra cocina es casi un extraño, es bastante utilizado tradicionalmente sobre todo en Asia y especialmente en la gastronomía china y japonesa, donde forma parte de diversos platos, como por ejemplo el conocido Chop- Suey, habitual en los menús de restaurantes chinos. Las flores del crisantemo se utilizan además para hacer té e infusiones.
Les transcribo literalmente la información del programa que emitió TVE sobre esta planta. El Crisantemo, “Garland” es el nombre comercial de la variedad comestible más conocida (Chrysanthemum Coronarium). Es una planta con abundantes tallos y hojas que puede llegar al metro el altura. Sus flores son parecidas a las margaritas y suelen ser amarillas, aunque también se encuentran de tonos anaranjados e incluso blancas. De esta planta se pueden consumir sus flores, tallos y hojas.
Al ser muy perecedero es conveniente cocinarlo cuanto antes, aunque podremos mantenerlo en condiciones aceptables dentro de una bolsa en el frigorífico entre dos y cinco días como máximo si hemos cosechado tallos sueltos o un poco más si se trata de la planta entera.
Los tallos y hojas tienen un sabor intenso y ligeramente amargo, con un leve toque que puede recordar a la menta. El sabor se vuelve más amarga cuanto más desarrollada esté la planta. Las flores tienen un gusto también ligeramente amargo pero diferente y muy delicado, además de ser muy decorativas para nuestros platos. Tallos, hojas y flores pueden ser consumidos en crudo como parte de ensaladas o cocinados en varios formatos: verdura escaldada o rehogada (siempre con poco tiempo de cocción para aprovechar su sabor y nutrientes al máximo), en tortillas o revueltos y también como parte de diversos estofados o como guarnición.
El crisantemo no sólo nos ofrece la oportunidad de descubrir nuevos placeres para el paladar, también es una verdura nutritiva y sana. Aporta vitaminas del grupo A, B, C y K, así como diversos minerales (potasio, calcio y sodio). Por otro lado es muy rico en antioxidantes, fibra y bajo en calorías y grasas (o sea, que no engorda) y ofrece numerosas propiedades medicinales y beneficios para la salud.
Irmina del zurrón de los postres con unos polos muy diferentes.
Esther desde Repostería con emoción y un clásico tiramisú.
Tere de La cocina de Tesa, con un cremoso helado.
Cristina de Edana cuenta, con unas originales trufas.
Debora de Mi toque en la cocina, y una deliciosa y suculenta copa.
Ivan Panes con garra nada menos que unos gofres con helado.
¡Les invito a que visiten sus blog, no tienen desperdicio, muchas de ellas cocinan y publican recetas saladas también!
Así que después de darle mil vueltas...aquí tenemos unas tartaletas hechas con los bizcochos clásicos del tiramisú, esos que unos llaman savoiardi o soletilla, molidos y mezclados con mantequilla para luego hornearlos y convertirlos en crujientes tartaletas. Dentro una crema hecha con mascarpone y nata montada y café instantáneo, para terminar espolvoreando una fina capa de chocolate en polvo.
Y el toque personal de esta página, decorado con unos pétalos de crisantemo que aunque en nuestra cocina es casi un extraño, es bastante utilizado tradicionalmente sobre todo en Asia y especialmente en la gastronomía china y japonesa, donde forma parte de diversos platos, como por ejemplo el conocido Chop- Suey, habitual en los menús de restaurantes chinos. Las flores del crisantemo se utilizan además para hacer té e infusiones.
Les transcribo literalmente la información del programa que emitió TVE sobre esta planta. El Crisantemo, “Garland” es el nombre comercial de la variedad comestible más conocida (Chrysanthemum Coronarium). Es una planta con abundantes tallos y hojas que puede llegar al metro el altura. Sus flores son parecidas a las margaritas y suelen ser amarillas, aunque también se encuentran de tonos anaranjados e incluso blancas. De esta planta se pueden consumir sus flores, tallos y hojas.
Al ser muy perecedero es conveniente cocinarlo cuanto antes, aunque podremos mantenerlo en condiciones aceptables dentro de una bolsa en el frigorífico entre dos y cinco días como máximo si hemos cosechado tallos sueltos o un poco más si se trata de la planta entera.
Los tallos y hojas tienen un sabor intenso y ligeramente amargo, con un leve toque que puede recordar a la menta. El sabor se vuelve más amarga cuanto más desarrollada esté la planta. Las flores tienen un gusto también ligeramente amargo pero diferente y muy delicado, además de ser muy decorativas para nuestros platos. Tallos, hojas y flores pueden ser consumidos en crudo como parte de ensaladas o cocinados en varios formatos: verdura escaldada o rehogada (siempre con poco tiempo de cocción para aprovechar su sabor y nutrientes al máximo), en tortillas o revueltos y también como parte de diversos estofados o como guarnición.
El crisantemo no sólo nos ofrece la oportunidad de descubrir nuevos placeres para el paladar, también es una verdura nutritiva y sana. Aporta vitaminas del grupo A, B, C y K, así como diversos minerales (potasio, calcio y sodio). Por otro lado es muy rico en antioxidantes, fibra y bajo en calorías y grasas (o sea, que no engorda) y ofrece numerosas propiedades medicinales y beneficios para la salud.
Ingredientes para 6 tartaletas
350 g de bizcochos de soletilla, savoiardi, lady finger los hay de muchas marcas y denominaciones.
100 g de mantequilla
250 g de queso mascarpone
200 g de nata para montar 35%
1 cucharadita de nescafé en polvo
1 hoja de gelatina (opcional, se la pongo para darle consistencia y queden los moñitos con forma)
cacao en polvo sin azúcar.
Empezamos moliendo los bizcochos junto con la mantequilla en una picadora o thermomix.
Encendemos el horno a 180º.
Entendemos en las tartaletas individuales o una alargada si lo prefieres. Cubriendo bien el fondo y los laterales. Horneamos durante unos 12 minutos aproximadamente. Vigila porque solo tienen que coger un poco de color.
Mientras, de la nata cogemos una cucharada y reservamos para más tarde. Montamos el resto de la nata y mezclamos con el queso mascarpone.
La mitad de esa mezcla la apartamos porque vamos a añadir una hoja de gelatina que previamente habremos ablandado en agua fría y luego disuelto en la cucharada de nata tibia que hemos apartado al principio. Solo tenemos que calentar 2 segundos al microondas, para que se disuelva.
A esa nata caliente le incorporamos la cucharadita de café y removemos bien hasta disolver.
Incorporamos a la mitad de la mezcla que teníamos de queso y nata.
Y ahora solo hay que colocar en la tartaleta las dos mezclas como más nos guste. Yo utilicé una manga pastelera y fui haciendo montañitas intercalando la de mascarpone y nata, con la de café.
Y para finalizar espolvoreamos con cacao en polvo y decoramos con los pétalos de crisantemo.
¿Que para que es la gelatina? para que se nos mantenga un poquito más firme la crema de café y no humedezca tanto las tartaletas manteniéndola mas tiempo crujientes.
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