Despedimos el verano en el huerto de flores comestibles
Tuvimos una primavera y un verano precioso en el jardín, para ser el primer año que me atrevo con las flores comestibles, no me dió nada de lata, ninguna plaga, ningún problema, al contrario diría que la combinación flores y verduras fue estupenda. Se dieron estupendamente los claveles chinos, las fucsias, los tagetes, los geranios, rosas, crisantemos, girasoles, cosmos, lavanda, jazmín, conejitos, margaritas, manzanilla, romero, albahaca, amapolas, begonias, caléndulas, centaurea (esta nos costó bastante que se diera bien, muchos intentos fallidos de semilleros) y los incombustibles pensamientos y violas.Pero todo llega a su fin, después de un verano fuerte y algunos descuidos por mi parte durante las vacaciones en que nos visitó la calima varias veces y las altas temperaturas, llegó el momento de arrancar todo lo estropeado que ha sido mucho y volver a sembrar, pero antes aprovechamos para nutrir la tierra con los oligoelementos que desde el Cabildo de Gran Canaria se nos sugirió después de analizarla, extender compost en cantidad, estiércol y picar en profundidad, repasar las mangueras del riego y programar la rotación de los cultivos para que la tierra respire con nuevos requerimientos y necesidades.
Damos las gracias a la madre tierra y empezamos de nuevo… papas, calabacín, acelgas, tagetes, claveles, …y preparamos los semilleros con nuevas flores de las que soportan bien el invierno canario. Un invierno tan suave que permite tener flores todo el año.
Termina un ciclo, comienza otro... Me encanta. Es una suerte disfrutar de ese precioso y variado jardín, Victoria.
ResponderEliminarBesitos