Bizcochos de manzanilla, miel y aceite de oliva

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flores comestibles
¡Sigo con la exageración de flores en las recetas, mientras sigamos con el Carnaval de la eterna primavera!  Esta vez con flores de manzanilla. Prometo moderarme un poco a partir de la semana próxima, en cuanto terminen las fiestas.
No se me habría ocurrido nunca hacer una infusión de leche y manzanilla para usar en un queque, o bizcocho. Pero para eso están los expertos para tener grandes ideas, pero luego estamos los mortales aficionados para modificarlas, porque sinceramente a mi me parecía que la recta original tenía demasiado aceite y aunque es de oliva y todo lo sano que tu quieras, pero me molestaba. Así que ajusté un poco sin alterar las proporciones, porque ya tengo experiencia en "armarla" por restar mas líquido del debido o alguna cucharada de mas de harina.  ¿El sabor a manzanilla? pues muy muy ligero, casi no lo aprecié, pero seguro que aquellos con un paladar mas sensible le saca perfectamente el aroma, porque la leche desde luego que quedó con un color doradíto claro y un aroma por la casa que perfectamente se notaba el perfume de la manzanilla. El señor que anda por mi casa a veces, dijo que claramente olía la cocina a la típica infusión de media tarde en casa de su abuela. 
El resultado es rico, está bueno, pero no esperes una explosión de sabores porque la miel aunque tiene su toque tampoco es que deje huella.

INGREDIENTES
  • 125 ml  de leche
  • 3 cucharadas soperas de flores de manzanilla fresca o 4 bolsitas de infusión secas
  • 250 g de harina de repostería
  • 150 g  de azúcar 
  • 1 cucharadita de café de polvos de hornea
  • 1 pizco de sal (lo que te cabe entre índice y pulgar)
  • 125 ml de aceite de oliva suave
  • 70 gr de miel 
  • 3 huevos
 ELABORACIÓN
  1. Ponemos la leche en un calderito al fuego y calentamos hasta que llegue a hervir, entonces echamos la manzanilla  y dejamos reposar mientras preparamos el resto de ingrediente.
  2. Empezamos encendiendo el horno a 170º.
  3. Preparar el molde untando con un poco de mantequilla o aceite para evitar que se nos pegue. 
  4. En un bol mezclamos los ingredientes secos, harina, azúcar, sal  y polvos de hornear.
  5. Por otro lado batimos el aceite con la miel y los huevos. Cuando estén bien mezclados les añadimos la leche infusionada, de la habremos retirado las flores de manzanilla o las bolsitas. Comprobar que nos quedan 125 ml. y si no es así añadir leche hasta que completemos esa cifra.
  6. Mezclamos ahora los secos y los líquidos y al molde.
  7. El tiempo de horno es difícil de concretar porque dependerá de tu molde.Yo los hice en molde pequeñitos y apenas tardarán unos 15 minutos pero si lo haces en un molde de 20cm redondo y sin agujero en medio puede tardar unos 40 minutos. Pero lo mejor es dejarse guiar por el olor. Cuando huele a rico la cocina, es que ya está. Se que es un método poco científico pero es lo que a mi me funciona, mucho mas que el reloj.
  8. Antes de sacar pinchamos con un palillo para ver si está cocino y listo.
  9. Sacar y dejar enfriar unos 5 minutos antes de desmoldar.
  10. Cuando estén fríos del todo solo queda decorar. 
  11. A mi me gusta ponerles un glaseado de azúcar glas con ralladura y zumo de limón y unas flores de manzanilla. Pero eso se queda para la creatividad de cada uno.bizcocho de manzanilla


Inspirada y modificada del libro de Sue Quinn sobre comida fácil mediterránea.

1 comentario:

  1. Yo hago aceite de manzanilla de Menorca (la camamil.la) y tú queques de manzanilla. Somos unas frikis de las hierbitas, Victoria.

    Tus bizcochitos me han encantado. Sencillos y seguro que tienen un aroma. Voy a hacerlos.

    Por cierto, me gusta mucho el aire de las fotos. ¿Aprecio un ligero viraje hacia el estilismo culinario naturalista? Me gusta.

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